Por Brigitte Trujillo

Así arranca la historia de una soñadora: Ingry Murcia, la accountant assistant o asistente contable de Study Up. Esta colombiana de 31 años es hija única y desde siempre había vivido con su mamá. Sin embargo, hace tres años, buscando su independencia y nuevas oportunidades laborales, decidió ir detrás de esas metas y viajar a Melbourne, Australia.

Ingry es contadora pública y tiene una especialización en contabilidad financiera internacional. En Colombia, trabajaba como analista contable para una empresa americana ubicada en ese país.

A pesar de que le estaba yendo muy bien en lo que hacía, Ingry quería ascender y para eso aplicó a una oferta laboral con la misma compañía pero para trabajar en Estados Unidos. No obstante, su nivel de inglés no la favoreció y fue también esa razón la que la llevó a irse para Australia, con el fin de perfeccionar su inglés y de tener la experiencia de vivir en otro lugar del mundo.

Al llegar a Australia, Ingry tuvo la fortuna de contar con dos compañeras de su trabajo en Colombia, y quienes siempre estuvieron pendientes de ella. Asimismo, tenía un primo y una amiga que la apoyaron cuando lo necesitó. Sin embargo, Ingry admite que los primeros días fueron difíciles. “Lloré mucho, me sentía muy sola, y me afectaba estar lejos de mi mamá pues toda la vida habíamos vivido juntas pero con el tiempo me acerqué más a las personas con las que vivía y nos volvimos como una familia”, agrega.

Aunque Ingry llegó a Australia con un nivel upper-intermediate de inglés, asegura que al principio le fue difícil adaptarse al inglés australiano. Sumado a eso, el colegio donde estudiaba no le ofrecía la mejor calidad. En consecuencia, se cambió de institución pero confiesa que fue duro.

“Sentía que mi profesor me tenía entre ojos (risas). Siempre me criticaba la pronunciación, mi manera de hablar, las expresiones que usaba, etc. Pero luego, dejé de tomar eso como algo personal y acepté que debía mejorar mi pronunciación y acento. También me ayudó mucho interactuar con los mismos australianos y personas de otros países que definitivamente contribuyeron a mi aprendizaje y a adaptarme al inglés australiano”, cuenta.

Mientras tanto, a pesar de que desde sus primeros días en Australia, Ingry había logrado conseguir un trabajo temporal como cleaner en unas oficinas, al poco tiempo se quedó sin empleo y los ahorros se fueron acabando. Relata que hubo un momento en el que su cuenta quedó prácticamente en ceros.

Además, también solía llevar hojas de vida a restaurantes pero aún así, no conseguía trabajo y la barrera del inglés era una dificultad. Por suerte, luego de dos meses sin algo estable, y gracias al contacto de un amigo, Ingry encontró un trabajo como dishwasher o lava platos en las mañanas. “Fue duro, casi que no tenía uñas, en la noche llegaba a clase con la ropa mojada y muy cansada”, añade.

Por otro lado, a través de algunos de sus amigos del colegio, empezó a trabajar limpiando casas. “Allí me di cuenta que casi el 70% de los lugares que limpiaba eran muy desorganizados (risas) pero eso no fue un obstáculo para hacer mi trabajo con la mejor actitud y entrega”, puntualiza Ingry.

En medio de eso, Ingry igualmente conoció a quien es hoy su compañero de vida (también colombiano) pero al cumplir tres meses de estadía en Australia, se devolvió para Colombia. Su pareja siempre le dijo que la apoyaría, independientemente de la decisión que ella tomara.

Estando en su país, Ingry tuvo la oportunidad de compartir con sus seres queridos y, a la par, de regresar a la empresa para la que trabajaba. Pero luego de un período, Ingry se dio cuenta que no estaba 100% feliz, sentía que algo le faltaba, y que quería avanzar profesionalmente. Entonces, después de tres meses, regresó a Australia a estudiar una maestría en contabilidad.

En su regreso, se reencontró con su novio y con el apoyo de él, tanto económico como emocional, inició su maestría en la Universidad de Torrens en Melbourne. Mientras tanto, cuando no estudiaba, Ingry limpiaba tanto casas como en un colegio de niñas.

“Siempre que limpiaba casas, lo hacía pensando como si fuera la mía. Dejaba a un lado el hecho de que estuviera sucia y pensaba en la persona que vivía ahí, en que se sintiera bien y cómoda una vez viera su casa limpia”, expresa Ingry.

De hecho, algo similar hacía en el colegio de niñas. “Pensaba en que ese era el lugar donde ellas más pasaban el tiempo y estudiaban y por lo tanto era importante que se sintieran a gusto. Entonces decidí comprar productos de la mejor calidad con el fin de que ellas se sintieran en un lugar limpio. Para mi sorpresa, con el paso del tiempo, me empecé a dar cuenta que eso había hecho que ellas fueran más conscientes y mantuvieran el lugar limpio”, detalla Ingry.

Durante su maestría, Ingry también conoció a Sandra Suazo, CEO de StudyUp. Ella era una de sus compañeras de clases. “Allí Sandra tuvo la oportunidad de conocer cómo trabajaba, mi disciplina y conocimientos; y a partir de esa referencia, hace 8 meses, me invitó a que me uniera al equipo de StudyUp”.

Hoy Ingry es quien está detrás de la contabilidad y las finanzas de StudyUp, un tema que le gusta y disfruta hacer. “Admiro todo lo que ha hecho Sandra, a veces me deja sin palabras. Ella es una líder, y me gusta que no nos trata como sus empleadas sino como su equipo de trabajo. Siempre reconoce nuestra labor y cómo junto a ella hemos logrado que la agencia crezca. Yo sueño con que StudyUp esté en varios países, y ojalá que cuando eso pase yo siga haciendo parte del equipo”, asiente.

Hace poco, y después de mucho esfuerzo, tanto físico como mental, Ingry terminó su maestría y ahora está esperando graduarse en abril del próximo año. Actualmente, se dedica a su trabajo con StudyUp, y en ocasiones trabaja como mesera y en una empresa que hace inventarios en almacenes.

También, luego de dos años y medio, renunció a su trabajo como cleaner pues últimamente estaba teniendo muchos dolores de espalda. Asimismo, cuando lo amerita, Ingry asesora a estudiantes en lo que tiene que ver con la declaración de sus impuestos.  

Ingry además está planeando aplicar a una post-graduated visa y eventualmente en un futuro lograr una residencia permanente junto a su pareja.

Study Up: ¿Qué retos tuviste cuando llegaste a Australia?

Ingry: Uno de mis grandes retos al llegar a Australia tuvieron que ver con aprender a vivir sola. Por otro lado, le tenía miedo al racismo porque cuando fui a Estados Unidos percibí un poco de racismo entre colombianos y siempre me pregunté si quizá en Australia viviría lo mismo, ya fuera con los mismos locales o con personas de otros países.

Study Up: ¿Has experimentado algún acto racista en Australia?

Ingry: No sé si esto fue un acto racista pero una vez en un SubWay, mientras pedía que le pusieran tomate a mi sandwich, un señor de avanzada edad me escuchó y me corrigió la forma como había pronunciado la palabra “tomate” en inglés. Además me dijo: “you are in Australia, you are not in United States». No supe cómo tomarlo, si como un chiste o como algo más, quedé un poco en shock. Sin embargo, desde ese día, me quedó bien claro cómo es que debo pronunciar esa palabra en inglés australiano (risas).

Study Up: ¿Qué te ha gustado de Australia?

Ingry: Me ha gustado cómo manejan la parte ambiental en Australia y la importancia que le han dado al reciclaje. También me encanta la diversidad cultural. Aquí te puedes encontrar con personas de diversas partes del mundo en un solo país, eso me parece espectacular. Por otro lado, amo la gastronomía y me parece muy chévere que en un solo lugar pueda encontrar diferentes sabores. Adicional a eso, me gusta cómo el empleado es valorado por sus habilidades y eso muchas veces se ve expresado también en su salario. Igualmente, me gusta la arquitectura de Australia.

Study Up: ¿Qué te ha enseñado Australia?

Ingry: Australia me ha enseñado que no hay que demeritar el trabajo al que se dedican las personas. Desde el cleaner hasta el presidente de una empresa pueden ir a un restaurante carísimo sin ningún problema. Aquí no ves estratos ni clase social. Por otra parte, aquí he aprendido que los sueños se hacen realidad pero uno tiene que luchar por ellos. Era de las personas que se desmotivaba muy fácil y de verdad nunca me imaginé que podía lograr todo lo que he alcanzado. Australia me enseñó a creer que los sueños se pueden cumplir.

Study Up: Eres muy cercana a tu mamá, ¿cómo has hecho para mantener ese contacto con ella?

Ingry: Hablo todos los días con mi mamá. Para mí es muy importante mantener ese contacto y saber cómo está ella. En un futuro quisiera tenerla aquí conmigo, por eso,  junto con mi novio, estamos en proceso de buscarle una residencia permanente a ella y a mi suegra.

Study Up: ¿Qué extrañas de Colombia?

Ingry: La comida colombiana me ha hecho mucha falta y por otro lado, siento que acá no he podido ser tan sociable como lo solía ser en mi país. Pienso que el inglés es una barrera pero igual sé que es un proceso y sigo trabajando en ello.